que ha de picar, sobre el jamelgo escuálido, 
con la lanza en la mano espera, pálido, 
que el fiero bruto bramador le embista.
En el gentío enorme está su vista 
como perdida; es un centauro inválido 
y grotesco: cirial que funde el cálido 
bochorno de la tarde de amatista.
Ya el bruto le embistió; se desmorona 
el ídolo ancestral de ojos cansinos 
y, en informe montón, penco y persona; 
se ensangrientan los cuernos asesinos, 
mientras la tarde bárbara sazona 
un acre olor de rotos intestinos.
 
 
 
José del Río Sainz (Santander, 1884 – Madrid, 1964), periodista y poeta.
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