miércoles, 25 de mayo de 2016

Jugando a la escultura y a la muerte

            Jugando a la escultura y a la muerte,
propicia a abrirse en flor tu sangre viva,
va la emoción del público cautiva
en el claro milagro de tu suerte.

La fiera persiguiendo y fugitiva,
perdiéndose por ti, y por perderte
ardiéndose en la fiebre de cogerte
y en timidez de corza sensitiva.

¿Quiere beber frescor de tu capote,
o en su honda sed desea que te brote
para su fiebre sangre de tu entraña?

Mientras ella te busca ciegamente,
tú juegas con su furia diestramente,
firmes los pies en filo de guadaña.


                                                                  Ildefonso Manuel Gil

domingo, 15 de mayo de 2016

La Fiesta Nacional [I]

            Una nota de clarín
desgarrada,
penetrante,
rompe el aire con vibrante
puñalada…
Ronco toque de timbal.
Salta el toro
en la arena.
Bufa, ruge…
Roto, cruje
un capote de percal…

Acomete
rebramando, arrollando
a caballo y caballero…
Da principio
el primero
espectáculo español.

La hermosa fiesta bravía
de terror y de alegría
de este viejo pueblo fiero…
¡Oro, seda, sangre y sol!


                                                                   Manuel Machado

jueves, 5 de mayo de 2016

¡Eh, los toros!

            Toros  rempujan, sin mando, 
vientos de piedra, que muerden  
muros y sombras de muros,  
siglos de perfil y frente,  
ojos de niños y hombres,  
llantos, pechos de mujeres,  
reposo de los difuntos, 
sangre parada, corriente.  

¡Eh, los toros! Brama el cielo, 
temblando de cuernos verdes, 
de latigazos, que espantan   
a  las estrellas que vienen, 
que venían, cumplidoras,  
no por dinero, a tenderse 
en las almenas picadas, 
en los ríos, por los céspedes.  

Balumba negra, ¿hacia dónde,  
sin rumbo, si nadie duerme,  
si saltando pinta gritos  
la sangre por las paredes? 
¡Eh, los toros! No se sabe 
de quién esta voz; si llueve 
de lo alto, Norte -¡vida!-
si de lo bajo, Sur -¡muerte!-.


                                                                  Rafael Alberti