martes, 25 de octubre de 2016

El encierro

            Como un torrente que remonta un río
vais a la mar redonda del albero;
tú, delante de todos, el primero
en nobleza, en bravura, en poderío.

Desborda los balcones el gentío,
las talanqueras son un hervidero
y hay en cada portal un burladero
en donde se arracima el mocerío.

Hierve una expectación madrugadora;
los mozos, sin medallas ni laureles,
desembocan su pánico en la plaza.

Se despereza el sueño de la aurora
y la luz, sin paletas ni pinceles,
esboza el aguafuerte de una raza.


                                                                  José María Fernández Nieto

sábado, 15 de octubre de 2016

Gloria anónima de un maletilla

            El torerillo ha cortado
flores de alambre en la cerca.
Piadosa se va la luna
detrás de un vellón de ovejas
dejando el campo alumbrado
con una plata discreta.

De la cintura chiquita
surge un guiñapo de tela;
entre los cuernos de un toro
ha rebotado una piedra;
el corazón de la noche
furioso el toro cornea…

Citó el bisoño galán
al natural con la izquierda…
acudió el toro… pasó…
pero era tan poca tela
que hundió el berrendo un puñal
entre la carne morena.

Cinco amapolas brotaron
del valle de sus arterias;
cinco amapolas cortadas
en la flor de su pechera.

En el vidrio de sus ojos
sollozaron dos estrellas:
un perfume de claveles
trajo del huerto su ofrenda…

Y cuando sacude el alba
su sien cuajada de perlas
y preparan los cajones
para los toros de Huelva,
el mayoral se descubre
junto al torero de cera
y después… ¡tapa su rostro
con medio metro de tela!


                                                                  Juan Morales Rojas

miércoles, 5 de octubre de 2016

A "Manolete"

            Al final es el coro, nuevamente,
quien alza de su voz el estallido
y coloca el laurel sobre tu frente.

Basta un instante, efímero latido,
el agudo perfil del epigrama.
Quede el viejo sarmiento consumido

al fugitivo vuelo de la llama.
Sólo el torso desnudo del mancebo
forjado en la palestra, en mármol clama

y en verso la tragedia, y hoy, de nuevo,
el grito de la piedra y de la muerte
dará su eternidad a tu renuevo.

Ofrenda de lo grácil a lo fuerte,
refinada cultura de la roca,
engarce de la vida con la suerte.


                                                       Francisco Cano Pato