lunes, 25 de agosto de 2014

Toro

           Tus ojos abrazando la noche eternamente.
Planetas milenarios reclaman tu presencia
en su órbita impensable de ángeles y estrellas.
Un clarín solitario anunciará tu muerte.

Orgullosa y distante, tu mirada de hierro
acepta el desafío de jugar con la muerte.
Tu sangre en el albero abre el rito al misterio
cuando el acero embistes y consumas tu suerte.

Ya la vida escapando de tu cuerpo de piedra,
como un dios moribundo en su último aliento,
alzas fieras tus armas retadoras al cielo.
“¡Qué vidrio en su mirada cuando inmóvil se queda…!”

El sol reverberando mágico en el estoque
devolverá tus ojos dulcemente a la noche.


                                                                   José Miguel Arnal

viernes, 15 de agosto de 2014

Más que la luz los ciegan los chiqueros

           Apolos de alamares, los toreros
van a su olimpo de clavel sumidos
en el olor de olés de los tendidos,
por el tapiz solar de los alberos.

Más que la luz, los ciegan los chiqueros
con sus rayos de sombras y bramidos,
y amurallan de mármol los oídos
soñando ser del éxito escuderos.

El valor es así: vencer la ola
del pavor con brazadas de alegría,
alternativo andar de palma y roble.

La honra como escudo y banderola,
allá que van, sin otra compañía
que la fugacidad del pasodoble.


                                                                  Francisco Montero Galvache

martes, 5 de agosto de 2014

Dinastía rondeña (Brindis)

            I

Va por ti, Pedro Romero,
mi brindis a la redonda
en esta plaza de Ronda, 
sin toro, sobre el albero.
Va por ti, Maestro, torero
ya de tardes celestiales.
Dime tú qué mayorales,
qué maestrantes, qué cuadrillas,
le pone a qué mulillas
cascabeles inmortales.

II

Y va por ti, Cayetano,
viejo Niño de la Palma,
el de la muleta en calma
con su niño de la mano.
Ése, será el soberano,
el maestrante del ensueño.
En él cumplirás tu sueño
y él llevará por bandera
el ángel de los Rivera
y el duende de lo rondeño.

III

Pilares de maravilla
donde el toreo se ahonda:
Cádiz, Córdoba, Sevilla
y el Tajo puro de Ronda.


                                                                  Antonio Murciano