domingo, 25 de mayo de 2014

Sonetillo a Manolo Escudero

           Apenas aire, el revuelo
de la muleta se enciende,
y entre sus fragores prende
esquirlas de puro cielo.

¡Qué fragilidad de vuelo
tienen sus brazos, mecidos
por los últimos latidos
de un toro de negro duelo!

Alabastro transparente,
la figura inmoviliza
sobre el oro mineral.

Y en el aire adolescente
con el sueño rivaliza
su toreo de cristal.


                                                                   Victoriano Crémer

jueves, 15 de mayo de 2014

Toro en el campo

           El toro está en el campo. Cae la tarde
sobre su piel oscura, sobre el agua
de los pilones, huérfana de belfos,
sobre los acebuches donde, triste,
madruga la lechuza. Cae la sombra
sobre la hierba en flor de la dehesa,
sobre tanta fiereza remansada,
presa para después. El toro tiene
erguido su testuz, desafiantes
las astas afiladas, bien abiertos
los ollares…. El cielo del poniente
sangra, se torna de un violeta amargo,
se puebla luego de ceniza. Todo
es plenitud. Cruza a caballo un hombre
y un grillo canta ardidas soledades.
El toro mira al horizonte, lejos,
por cima de los agaves, cornea
levemente la brisa, busca el sitio
exacto donde duerme cada noche
su larga pena, su clamor de muerte,
su bramido de siglos. Todavía
duele su negro bulto. Al fin, se echa
sobre la tierra banca. Un reburdeo
se oye distante, crece, acosa, empuja,
cesa después. Y el macho poderoso
se hace noche total, luna creciente.


                                                                   Carlos Murciano

lunes, 5 de mayo de 2014

Misterio de Joselito

           Joselito: tu nombre estaba escrito
en la página azul del firmamento,
para ir de verso en verso, como el viento,
para ir de boca en boca, como un mito.

Por eso yo te canto, Joselito,
porque has dado al toreo un sentimiento
y una verdad -la tuya-, un pensamiento
que mira cara a cara al infinito.

Quien te ha visto quiere volver a verte,
porque juegas sin miedo con la muerte,
conforme a tu verdad y a tu deseo.

Por eso yo, José, quiero cantarte,
porque has dado el misterio de tu arte
al arte misterioso del toreo.


                                                                   Antonio Casares