lunes, 15 de julio de 2013

Los mozos de Monleón

Los mozos de Monleón
se fueron a arar temprano,
para ir a la corrida
y remudar con despacio.
Al hijo de la Veñuda,
el remudo no le han dado,
- Al toro tengo de ir,
aunque lo busque prestado.
- Permita Dios, si lo encuentras,
que te traigan en un carro,
las albarcas y el sombrero
de los siniestros colgando-.
Se cogen los garrochones,
marchan las navas abajo,
preguntando por el toro,
y el toro ya está encerrado.
En el medio del camino,
al vaquero preguntaron,
- ¿Qué tiempo que tiene el toro?
- El toro tiene ocho años.
Muchachos, no entréis a él,
mirar que el toro es muy malo,
que la leche que mamó,
se la di yo por mi mano-.

Se presentan en la plaza
cuatro mozos muy gallardos;
Manuel Sánchez llamó al toro,
nunca le hubiera llamado;
por el pico de una albarca
toda la plaza arrastrando;
cuando el toro lo dejó
ya lo ha dejado muy malo.
- Compañeros, yo me muero;
amigos, yo estoy muy malo;
tres pañuelos tengo dentro,
y este que meto son cuatro.
- Que llamen al confesor,
para que vaya a auxiliarlo-.

No se pudo confesar
porque estaba ya espirando.
Al rico de Monleón
la piden los bueis y el carro,
para llevar a Manuel Sánchez,
que el torito le ha matado.
A la puerta la Veñuela
arrecularon el carro.
- Aquí tenéis vuestro hijo
como lo habéis demandado.

Al ver a su hijo así,
para tras se ha desmayado.
A eso de los nueve meses
salió su madre bramando,
los vaqueriles arriba,
los vaqueriles abajo,
preguntando por el toro;
y el toro ya está enterrado.


                                                      Ledesma,
                                                      Cancionero Salmantino

1 comentario:

  1. Ledesma, Cancionero Salmantino.

    Recogido en Robliza (Salamanca) "Folklore o Cancionero Salmantino" (Madrid, 1907) por don Dámaso Ledesma (1866-1928), sacerdote y músico.

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