propicia a abrirse en flor tu sangre viva,
va la emoción del público cautiva
en el claro milagro de tu suerte.
La fiera persiguiendo y fugitiva,
perdiéndose por ti, y por perderte
ardiéndose en la fiebre de cogerte
y en timidez de corza sensitiva.
¿Quiere beber frescor de tu capote,
o en su honda sed desea que te brote
para su fiebre sangre de tu entraña?
Mientras ella te busca ciegamente,
tú juegas con su furia diestramente,
firmes los pies en filo de guadaña.
Ildefonso Manuel Gil (Paniza, Zaragoza, 1912 – Zaragoza, 2003), poeta, narrador, ensayista, traductor.
ResponderEliminar