Has abierto las puertas de la Muerte toreando en el vértice del miedo. Y detrás
de las puertas había luz, la deslumbrante luz de la pureza. Entrabas y salías
de la muerte como el buzo entra y sale del abismo, sumergido en campanas de
silencio, en solares silencios espectrales donde el aire vacío se completa con
el lance y el trance tan reunidos que suspenden la razón y la despeñan al borde
mismo del espanto. Nos hemos vuelto locos: las ménades se arrancan los vestidos
y se arañan los rostros suplicantes, los guerreros golpean los escudos y el toro
es un enigma reventado, una fuerza bestial hipnotizada por la suave quietud de
los telares. Gira y gira la plaza como un astro, vibrante catedral de una
liturgia cósmica que a la danza del héroe se ha rendido, funesta y primitiva.
jueves, 25 de agosto de 2016
lunes, 15 de agosto de 2016
Tarde de agosto
Sobre la tarde ya te determinas
Francisco
Carrasco Heredia
con secreta locura de saberte.
Cuánto lidiar para después perderte
en la entrega total que no imaginas.
Citas a tu destino, le dominas
para salir vencido de la suerte;
y triunfador a hombros de la muerte
hacia un lejano ruedo te encaminas.
Después, tu ausencia, erguida ante ese lento
y entristecido toro de silencio
que embiste en tu aventura como un viento.
Y esa callada nieve, en la serena
soledad de ese agua de silencio
que nos trae tu última faena.
viernes, 5 de agosto de 2016
Capea
Tábano y resol clava el estío
Julio
Mariscal
en el abril sin flor de la madera,
y el pértigo se finge talanquera
donde el cairel es corazón y brío.
Sangre moza cumplida en el hastío
de binar el olivo y la mancera,
buscándole tres pies a la manera
de hacer burla y donaire el desafío.
Cartel de feria pueblerina: Honrada
plaza de rebotica y espadaña,
brisa de miel y afanes de granito.
Claro domingo y fuente alborotada,
resolana y clavel, Plaza de España
hecha vinazo oscuro y rojo grito.
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