con secreta locura de saberte.
Cuánto lidiar para después perderte
en la entrega total que no imaginas.
Citas a tu destino, le dominas
para salir vencido de la suerte;
y triunfador a hombros de la muerte
hacia un lejano ruedo te encaminas.
Después, tu ausencia, erguida ante ese lento
y entristecido toro de silencio
que embiste en tu aventura como un viento.
Y esa callada nieve, en la serena
soledad de ese agua de silencio
que nos trae tu última faena.
Francisco Carrasco Heredia (Cortegana, Huelva, 1930), poeta, de padres cordobeses, reside en Córdoba desde los siete años.
ResponderEliminar