y el gran coso
del mar viste su gala;
por el testuz
del arenal resbala
pesadamente el
viento caminante.
De oro y de
grana el sol, quieto y danzante,
quiebra su par
de fuego por la cala
y el agua azul
se peina y se acicala
presa en la
airosa gracia del desplante.
El toro de la
tarde, embravecido,
por el estoque
de la noche herido,
brinca entre
bruma, brama, embiste, estalla.
La daga
hiriente del primer lucero
-daga de luz,
lucero puntillero-
le golpea
mortal sobre la playa.
Manuel García-Viñó (Sevilla, 1928 - Madrid, 2013), escritor, poeta, ensayista y crítico de arte.
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