de luz y sombra el torero.
Desde el cielo hasta el albero
amarillo, todo es oro.
Y hasta el tendido sonoro
llega la fugaz figura,
insólita en su hermosura:
con la pierna adelantada,
con la muleta planchada,
más que un pase, una escultura.
Fernando Pérez Camacho (Bollullos del Condado, Huelva, 1942 – Sevilla, 2013), poeta.
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