la tarde se quedó, de pronto, llena,
y, al verlo aparecer sobre la arena,
se quebró en un brillar de colorines;
olía a clavellinas y a jazmines
y a perfume de rosa nazarena
la descuidada majestad serena
de su traje de luces y carmines.
La muleta, color de sangre y fuego,
en su mano morena, fina y fuerte,
no encontraba descanso ni sosiego,
y fiándose al arte y a la suerte
se abandonaba al peligroso juego
de apostarse la vida con la Muerte.
Jaime Campmany y Díez de Revenga (Murcia, 1925; Madrid, 2005), periodista, novelista y poeta.
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