van a su olimpo de clavel sumidos
en el olor de olés de los tendidos,
por el tapiz solar de los alberos.
Más que la luz, los ciegan los chiqueros
con sus rayos de sombras y bramidos,
y amurallan de mármol los oídos
soñando ser del éxito escuderos.
El valor es así: vencer la ola
del pavor con brazadas de alegría,
alternativo andar de palma y roble.
La honra como escudo y banderola,
allá que van, sin otra compañía
que la fugacidad del pasodoble.
Francisco Montero Galvache (San Fernando, Cádiz, 1917 – Sevilla, 1999), escritor, novelista y poeta.
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